Dentro de un contexto geográfico con una variadísima gama de paisajes, las principales zonas vitivinícolas se sitúan desde los 22º hasta los 42º de Latitud Sur, sobre la Cordillera de los Andes. Los viñedos se ubican entre 300 y 2.300 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud se conjuga con el principal capital de la vitivinicultura argentina: la generosidad de sus factores agro climáticos, tales como:
De estas condiciones privilegiadas surge una vitivinicultura ecológica y sostenible, con vinos en los que sobresale la singularidad de los terruños argentinos.
En el mes de marzo, cada año, tiene lugar la Fiesta Nacional de la Vendimia en Mendoza, donde los productores festejan por el bue año de cosecha.